sábado, 23 de febrero de 2013

                  MAIESTAS DOMINI




Material:Piedra
Localización: Portada occidental.Abadía de  San Pedro, Moissac.
Fecha:  1115-1130

Nos encontramos ante un relieve medio de carácter pictórico, ya que las figuras aparecen con distinto resalte para crear profundidad y perspectiva.
Está realizado en piedra, un material bastante duro y resistente, que crea un aspecto compacto, de solidez y permiten una vida más duradera de la obra.
El tema representado es religioso, ya que se representa al Hijo de Dios rodeado de santos, profetas, y distintos personajes de los diferentes testamentos.

En lo referido a la expresión del tema, no siempre está en relación con el dominio de la técnica, por ejemplo, en la plástica románica se percibe un distanciamiento de la realidad, una postura antinaturalista que no se preocupa por representar la realidad tal como es.
En la composición se puede apreciar al Hijo de Dios sentado en un trono, con el Evangelio en la mano izquierda y bendiciendo con la derecha, que se identifica con el Pantocrátor del arte bizantino. Cristo aparece tallado en piedra al igual que todo el conjunto.
Lo constelan los cuatro animales del tetramorfos: el ángel de San Mateo, el león de San Marcos, el toro de San Lucas y el águila de San Juan. A su alrededor, una legión de serafines y la presencia de los veinticuatro ancianos, que tocan instrumentos musicales y cantan las alabanzas del Todopoderoso.

Esta composición aparece esculpida en el tímpano de la portada occidental de una Abadía, concretamente estamos hablando de la Abadía cluniacense de San Pedro de Moissac.
Este tímpano se encuentra enmarcado en un arco abocinado, también de piedra al igual que todo el conjunto arquitectónico.





CIMBORRIO DE LA CATEDRAL DE ZAMORA


                                     

Autor: Maestro Oddo
Fecha: 1174
Localización: Zamora
Influencias bizantinas en el románico español



En Historia del Arte se denomina cimborrio a aquella construcción que en una iglesia se eleva sobre el crucero del templo, independientemente de la planta que presente (cuadrada, cilíndrica, octogonal...) y de cómo esté rematada hacia el exterior. Esta estructura tiene una doble funcionalidad: de una parte, ilumina el interior del edificio; de otra, realza el eje central del espacio religioso, allí donde se cruzan los dos brazos de la cruz latina, formando precisamente el crucero.

Pero, ¿qué caracteriza a los cimborrios de estos templos? Respecto a su cronología, todos ellos presentan fechas tardías, de la segunda mitad del siglo XII como muy pronto. En cuanto a su forma, vistos desde el interior, nos muestran cúpulas gallonadas (divididas por nervios, que compartimentan el espacio en cascos, cual si se tratase de los gajos de una naranja) elevadas sobre pechinas. Vistos desde el exterior, estos cimborrios aparecen cubiertos por escamas, logradas mediante la superposición de lajas de piedra. Además, suelen aparecer torrecillas adosadas, también rematadas en cúpulas.

De todos ellos, quizás el más interesante es el de la catedral de Zamora, mandada construir en tiempos de Alfonso VII y consagrada en 1174. En este cimborrio las pechinas se prolongan hacia el exterior mediante cuatro torres, mientras la luz penetra al interior por 16 ventanas con arcos situadas en el tambor cilíndrico que levanta la cúpula. Ésta se divide en 16 gallones y, siendo semiesférica desde dentro del templo, aparece levemente apuntada por su parte externa.

Pero cuando observamos estas hermosísimas construcciones, la polémica está servida. En opinión de unos, el origen de tales cimborrios es de procedencia oriental y mostraría la pervivencia de elementos bizantinos en la arquitectura románica. Según otros, la presencia de los cimborios gallonados se debe a una clara influencia del románico francés, ya que en el sudeste de Francia pueden encontrarse iglesias con estructuras muy semejantes, al menos vistas desde el exterior. No falta quien apunta que esta manera de construir se enraíza perfectamente en antiguas tradiciones hispánicas. Es evidente que los cimborrios se parecen ligeramente a las cúpulas bizantinas y, por otra parte, conocemos la presencia de arquitectos y clérigos franceses en el románico español.









                       TORRE DEL ORO
                                  

Tipo de obra: Arquitectura
Titulo: La torre del oro
 Autor: Desconocido.
 Fecha: 1220-1221.
 Localización: Sevilla (España).
 Estilo: Arquitectura islámica andalusí ; época almohade.
Forma: Obra arquitectónica de planta dodecagonal dividida (actualmente) en tres cuerpos. Mide 36,7 ms. de altura y 15,2 ms. de anchura máxima en la base.
Método: construcción realizada mediante sillares de piedra (en el cuerpo inferior) y ladrillo (en los dos cuerpos superiores).
Descripción general: La Torre del Oro presenta los rasgos propios de un edificio claramente defensivo, dispuesto verticalmente en tres cuerpos:

- El cuerpo inferior es un prisma dodecagonal que se extiende hasta los 20,7 ms. de altura y se corona con una galería de almenas y merlones de remate piramidal. Originariamente disponía de muy escasas ventanas, fundamentalmente las saeteras que aparecen en cada una de sus lados y a alturas diversas. Todo este cuerpo inferior, que se divide en tres pisos cubiertos con bóvedas de arista, está construido con sillares de piedra, unidos con mortero de argamasa. Al exterior, bajo las almenas, corren tres molduras paralelas. Entre las dos inferiores se dispone un friso perimetral con parejas de arcos túmidos que alojan ventanas cegadas, enmarcadas por otros arcos de medio punto.








En este cuerpo se encuentra la única puerta de la torre, en la cara opuesta al río Guadalquivir. Originariamente se hallaba a unos 9,5 ms. de altura sobre el suelo, aunque ahora queda prácticamente en rasante con la calle. Finalmente, puede señalarse que este primer cuerpo alberga en su interior otro prisma exagonal, en el que se aloja una escalera de unos 3 ms. de anchura.

- El segundo cuerpo está constituido por otro prisma también dodecagonal , de 8.5 ms. de alto, igualmente rematado por almenas y merlones semejantes a los inferiores. En este caso, toda la fábrica es de ladrillo. Al exterior se encuentra decorado mediante arcos ciegos organizados de manera alternante: en primer lugar nos encontramos parejas de arcos túmidos; a continuación, la decoración continúa con arcos lobulados enmarcados por otros de herradura. Todos ellos se cierran mediante alfices cuyas albanegas se decoran con cerámica y van sostenidos sobre columnillas muy esbeltas. En el lado de la torre en el que se abre la puerta de acceso a este cuerpo figura, sobre el corespondiente arco de herradura, un tablero con decoración de sebka. Tradicionalmente se ha considerado que este cuerpo pertenece a la construcción original almohade. Sin embargo, tras la última restauración, llevada a cabo en 2005, se apunta la posibilidad de que sea obra mudéjar del siglo XIV.

- El tercer cuerpo de la torre es de planta circular y está constituido por una linterna cilíndrica con óculos de forma oval y rematada en una cúpula semicircular que se cubre con azulejos dorados. Este cuerpo no es obra musulmana y fue añadido a la torre en 1760.


Existe una teoría (no comprobada documentalmente) de que la Torre del Oro presente una planta dodecagonal (nada común en la arquitectura islámica) por ser una interpreatción musulmana del tema clásico de la "torre de los vientos", lo que explicaría sus doce lados, orientados cada uno de ellos a un viento diferente.



La Torre del Oro fue levantada en 1220-21, en los momentos finales del periodo almohade. En esta etapa la ciudad de isbiliya fue convertida en capital de Al-andalus, lo que explica la abundancia e importancia de monumentos y restos islámicos de esta época en Sevilla.

La construcción del edificio significó, por parte almohade, la culminación del sistema defensivo del la ciudad, en una época en que los avnaces del ejército castellano ponen ya en peligro la propia existencia del mundo andalusí. La batalla de las Navas de Tolosa (1212) marca el incio de este empuje rconquistador, que llevará finalmente a la toma de la ciudad por las tropas de Fernando III en 1248, sólo 27 años después de que la torre estuviese concluida.