miércoles, 24 de abril de 2013

Sepulcro de la Catedral San Brancacci

La tumba del cardenal Rainaldo Brancacci (o Brancaccio) es una obra de Donatello y Michelozzo fechada entre 1426-1428 y se conserva en la iglesia de Sant'Angelo a Nilo, en Nápoles. Esta es una de las más importantes obras de arte renacentista en Nápoles. Es de mármol, parcialmente dorada y policromada, con una altura de 11,60 metros, y una profundidad de 4,60 metros.

Para albergar la tumba se compuso una una especie de palco escénico. Por encima de un zócalo se sostienen dos columnas que sobre sus capiteles se forma un arco decorado en el trasdós por dos tondos o medallones y unas dobles pilastras acanaladas. En lo alto se encuentra la cúspide de estilo gotizante, en el centro hay un medallón con la figura del Redentor y querubines en ambos lados en acción de tocar unas trompetas con clara alusión al despertar de los muertos.
La tumba en sí se encuentra en la parte baja de esta construcción arquitectónica, y está apoyada sobre tres cariátides. En el frente del sarcófago se encuentran dos escudos de armas, al lado del relieve en stiacciato de la Asunción de la Virgen, sin duda obra de Donatello. Sobre este sarcófago la imagen yacente del fallecido, que aparece como dormido, y dos ángeles en pie recogiendo las cortinas que cuelgan del arco, acercándolas a los capiteles de las columnas. En el fondo de este piso se encuentra un bajo relieve de la Virgen con Niño entre dos santos.

Las Sibilas (capilla Sixtina)

La capilla Sixtina y las Sibilas:


Con el nombre de "Sibilas" se definían, en la época mítica de la historia antigua, aquellas mujeres que gozaban de una reconocida facultad de "escudriñar" el futuro para profetizar acontecimientos de toda índole. Fueron descritas como muy longevas, con vidas aisladas y misteriosas, habitando lugares atípicos y poco accesibles como, por ejemplo, grutas o sitios escondidos, posiblemente cercanos a cursos de agua. 

Se afirmaba que las Sibilas habían adquirido la facultad de vislumbrar el futuro mediante su natural inspiración toda vez que eran interpeladas, pero también podían actuar de modo propio, impelidas por sus impulsivos designios, entre los cuales figuraban frecuentemente la predicción de grandes calamidades.

Según se afirma, la más antigua (en la mitología griega) parece haber sido "Trofile", hija de Júpiter y de Lamia (hija de Neptuno), pero las más conocidas son, sin dudas, las cinco Sibilas pintadas por Miguel Ángel, llamadas CUMA, PERSEA, ERITREA, DELFICA y LIBICA.


1) La Sibila Cuma : (en origen su nombre fue Cumena), parece haber tenido origen en la importante y antigua ciudad costera de Eritras, ubicada en la región Jonia, sobre la costa Oeste de Asia Menor, al sur del mar Egeo y hoy parte de Turquía (en tiempos muy lejanos fue una colonia griega). Esta Sibila debe su nombre al hecho de haber trascurrido la mayor parte de su vida en la localidad de Cuma, cercana a Nápoles, en la región Campania de Italia. La leyenda afirma que Cuma, hija de una ninfa, vivió muchas vidas humanas de más de 100 años cada una y que atendió a los reyes Romanos y a importantes personajes de la época republicana de Roma (por ejemplo Craso, Pompeyo y Cicerón) y que luego atendió a casi todos los emperadores romano, siguiendo además su actividad hasta pasado el medioevo. 

 2) La Sibila Délfica: Esta célebre Sibila parece tener más antigüedad que la de Cuma y su fama fue reconocida ya desde el año 600 a.c., cuando la localidad de Delfos (en Grecia) se convirtió en la famosa Ciudad Sacerdotal, sede de los célebres Oráculos. Su actuación fue muy popular y tuvo una enorme importancia durante todo el periodo helénico. Solamente fue menguando a partir de la ocupación romana de Grecia. Esta consideración podría justificarse por el hecho que Delfos influyó, en gran manera, en la colonización griega de las costas de Asia Menor, de Italia y de Sicilia, cuya importancia económica fue siempre correctamente evaluada y bien manejada a través de decisiones concretas de las autoridades políticas, tomadas de acuerdo con las predicciones sibilinas. Otra fuente, sin embargo, afirma que esta Sibila estaba presente ya desde la época de la guerra de Troya, consideración no muy compartida por otros historiadores.
3) La Sibila Eritrea: Hay datos confusos sobre esta Sibila. Entre las varias versiones, hay una que afirma su proveniencia desde Caldea, al sur de Babilonia y que actuó como sacerdotisa de los dioses griegos. Su residencia parece haber sido la zona de Jonia, en una importante colonia griega. Entre todas las informaciones logradas, hay alguna que afirma su predicción de la guerra de Troya, cosa que no parece concordante, pues esa guerra se realizó cerca de los años 1200 a.c. y esa antigüedad no sería coincidente con sus inicios, indicados alrededor de los años 600 a.c. Tal vez las visiones sibilinas de Eritrea se relacionaron a lo que, según ella, habría acontecido en esa guerra, y no a la profecía como tal. También esta Sibila habría denunciado a Homero respecto a falsedades en los escritos de su obra "La Iliada"", en la cual narra el desarrollo de esa contienda.

 4) La Sibila PERSEA: Esta Sibila fue diferente de las otras, ya que se la conoce como acérrima seguidora de Alejandro en sus conquistas y responsable ideológica (por sus predicciones) del asesinato de algunos personajes que sus visiones retenían peligrosos, tales como Memnón (general ateniense contratado por el Rey Darío); Filotas (acusado de conspiración); Amintas (primo de Alejandro, acusado de pactar con los persas); Calístenes (acusado de complotar), entre otros.

5) La Sibila LIBICA: Sobre esta Sibila tenemos muy pocos datos. Ella misma dice en un corto párrafo: "Soy mita mortal y mita divina; solo mi madre era divina". No obstante, hay una fuente que afirma su procedencia desde el desierto de Libia, donde presidía un oráculo en el Oasis de Siwa. Allí actuaba como sacerdotisa de Zeus. Eurípide nombra esta Sibila en la introducción de su obra "Lamia".


Aqui os dejo el enlace de donde e sacado la información de las sibilas de la capilla sixtina, para que podais completar información sobre ella, ya que no esta puesta toda.