viernes, 26 de abril de 2013

DÁNAE de Tiziano

DÁNAE:

Dánae recibiendo la lluvia de oro es un cuadro pintado en el siglo XVI por Tiziano Vecellio di Gregorio, y ahora expuesto en el Museo del Prado.

Esta Dánae recibiendo la lluvia de oro es una versión de otra que existe en el Museo de Capodimonte de Nápoles, si bien existen diferencias notables entre uno y otro.
Representa el mito de Dánae, quien había sido encerrada por su padre, el rey de Argos, en el momento de ser tomada por Zeus en forma de lluvia de oro. La figura central está recostada sobre la cama, con las piernas dobladas. A su derecha hay un perro pequeño, que se reputa un atributo de la cortesana. En la parte derecha hay una criada cuya espalda oscura contrasta con la blancura de Dánae; del mismo modo, hay una oposición clara entre su rostro envejecido y la juventud de la princesa de Argos. Esta sirvienta está recogiendo con un delantal las pepitas de oro que caen en forma de lluvia dorada, desde las nubes tormentosas que dominan el centro de la parte superior.
Estas figuras se sitúan en un espacio indefinido, ni exterior ni interior; se ven las cortinas y las nubes al fondo.

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LA VIRGEN DEL JILGUERO Rafael di sanzio

LA VIRGEN DEL JILGUERO


Es una Virgen con Niño y san Juanito ejecutada durante la estancia de Rafael en Florencia. La Virgen fue un regalo de bodas de Rafael a su amigo Lorenzo Nasi. El 17 de noviembre de 1548 la casa de Nasi quedó destruida por un terremoto, y la pintura se partió en diecisiete fragmentos. Del rápido daño, escribe en el año 1568 Giorgio Vasari: «Encontraron las piezas entre el mortero de las ruinas fueron donde Battista, hijo de Lorenzo, muy amante del arte, para que la rehiciera de la mejor manera que pudiese». Fue restaurada poco después, pero el daño aún resulta visible.
Los análisis con rayos X permitieron ver las fracturas entre las piezas, rellenas por nueva pintura. La esquina inferior izquierda fue completamente rehecho, así como un rectángulo correspondiente a la pierna de Jesús.
Entre el año 2000 y el 2002 se han hecho investigaciones para una nueva restauración, terminada en 2005.
El cuadro fue sometido a una reflectografía infrarroja que pusieron en evidencia un dibujo preliminar a escala 1:1. Las diferencias respecto a la obra acabada en las figuras son pocas y no decisivas, más importantes son las relativas al paisaje.
El puente a la derecha era del todo inventado, sin trazos de polvo, mientras que a la izquierda debía aparecer una torre y un edificio cilíndrico, que en el cuadro se ha transformado en un espacio abierto.
Otras diferencias son las que se refieren al escote del traje de la Virgen, que en el cartón era más mórbida y no cuadrada y en la oreja de Juan Bautista, que resulta en una posición más alta.
En esta pintura, como en la mayor parte de las Vírgenes de su periodo florentino, Rafael coloco las tres figuras (la Virgen María, el Niño Jesús (a la derecha) y san Juanito) dentro de un dibujo geométrico. Aunque las posiciones de los tres cuerpos son naturales, juntos forman un triángulo prácticamente regular.
La Virgen sostiene un libro, lo que permite identificarla como Sedes Sapientiae («Asiento de la Sabiduría»). El jilguero es un símbolo de la futura muerte violenta de Cristo. San Juan ofrece el jilguero a Cristo como advertencia en relación con su futuro.
La influencia leonardesca se evidencia en muchos rasgos de la obra, como la estructura piramidal y el claroscuro. También se nota en la oscuridad del terreno y del tratamiento atmosférico del paisaje del fondo, que se pierde en las brumas del horizonte. Los rostros del Bautista y de Cristo tiene una impronta inconfundiblemente leonardesca en el esfumado que les rodea y en los rasgos somáticos
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LA ANUNCIACIÓN beato angelico

LA ANUNCIACIÓN

Pintada en temple sobre tabla entre 1430 y 1435 para la iglesia del convento de Santo Domingo de  Fiesole (Italia), actualmente se conserva en el museo del prado de Madrid.

Desarrolla el tema de la Anunciación, tal como aparece narrado en el Nuevo Testamento, (Lc. 1,26-38),1 mostrando la escena en un pórtico de mármol abierto, all’aperto, que recuerda al Hospital de los Inocentes, construcción de un coetáneo de Fray Angélico como Brunelleschi, con arcos de medio punto que descansan sobre finas columnas blancas. Tiene bóvedas de arista, de color azul celeste sembrado de pequeñas estrellas de oro. En la fachada del pórtico hay un medallón con la figura de Dios Padre en grisalla. Al fondo del pórtico hay un cubículo con un banco.
El pórtico es de mármol, La Virgen está situada a la derecha. Parece que ante la llegada del ángel ha suspendido la lectura del libro que ahora mantiene sobre el regazo. Tanto ella como la figura del ángel, son dos personajes rubios, de blanca piel y de manos finas y alargadas. La Virgen lleva una túnica de color rosado y un manto azul ultramar. El ángel está vestido con un traje de color rosa con franjas de oro, ceñido a la cintura, que cae en grandes pliegues hasta los pies.
Se encuentra en un jardín, hortus conclusus, representación del Paraíso. En el ángulo izquierdo de la pintura se ven las manos de Dios y de ellas sale un rayo de luz dorada que viene recto hacia la derecha, en el que viaja la paloma del Espíritu Santo. El vergel que hay delante del pórtico está cuajado de florecillas y tiene una espesa vegetación con algunos árboles entre los cuales puede verse a dos personajes:Adán y Eva, en este caso vestidos con pieles. Su expresión es de sumisión y de arrepentimiento. Representa en conjunto la escena, el principio y el final del pecado, los primeros padres y la salvación del hijo de María. Un ángel vigila detrás de ellos que abandonan el Paraíso.
El cuadro se completa con una predela en la que se narran escenas de la vida de la Virgen. La predela se compone de cinco paneles donde se representan cronológicamente los episodios: Nacimiento y Desposorios, Visitación, Adoración de los Magos, Presentación en el Templo y Tránsito.

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David.

El David de Miguel Ángel, es una escultura petrea, de mármol de carrara. Realizada entre 1501-1504 en Florencia. Es un ejemplo de las obras escultóricas de su primera etapa, siendo joven. Entre otras destacan La Piedad o el Moisés.

Aunque centrándonos en esta obra, Miguel Ángel, toma de la escultura clásica la postura del "contraposto" a la que le añade la de la serpentinata para así, provocar en el cuerpo la curvatura en cadera hombros y piernas. Además a esto añade la intención de querer plasmar la complejidad psicológica del David (momentos antes de enfrentarse a Goliat, de la que saldrá victorioso). Plasmando una psicología que refleja una actitud en la que él mismo se ve victorioso pero cauteloso ante la proximidad del combate (Terribilitá).

Miguel Ángel esculpe este gigante de 4,33 metros de altura de un sólo bloque de mármol que estaba abandonado en la catedral de Florencia. Siendo de una pieza entera, sin compartimentar partes, al responder a la idea del artista de que él liberaba a la escultura de los trozos sobrantes de mármol, como rescatándola del interior del bloque.

Volviendo sobre nuestros pasos, se muestra a David en la postura del "contraposto", una pierna rígida soporta el peso del cuerpo y otra aparece arqueada e iniciando el vuelo que le permitirá dar un paso hacia adelante. Con la peculiaridad de que el brazo derecho aparece prolongado a lo largo del cuerpo, cayendo, llegando a conjugarse con la propia pierna derecha, tensa. En contraste con el brazo izquierdo que sostiene en el hombro la honda con la que lanzará la piedra que tiene en la mano derecha, intentando esconderla y calculando el tiro con el ceño fruncido hacia el horizonte. Además la cabeza de grandes proporciones (igual que las manos y pies) está girada hacia la izquierda añadiendo más complejidad anatómica a la obra, que invita a rodearla.

El David, aparece en un instante de tensión, acumulando el movimiento contenido que liberará de un momento a otro. Está representado como un joven atleta, desnudo y musculoso. Miguel ángel cuida todos los detalles, trabajando con expresividad los contrastes y dotando de un impresionante realismo en manos, torso y rostro gracias al trabajo con el cincel y el trépano. Fue un encargo de la ciudad de Florencia, como muestra de los valores morales de esta y fue colocado en la plaza de Sigueira y utilizado como elemento político (Desafío a Roma) Estamos sin duda, ante el genio de Miguel Ángel, hecho piedra.



http://es.wikipedia.org/wiki/David_(escultura_de_Miguel_%C3%81ngel)
http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/obras/11042.htm