miércoles, 5 de febrero de 2014




Nos encontramos ante una obra arquitectónica procedente del arte islámico. Podemos observar como destacan en la parte frontal los abanicos de arcos polilobulados entrecruzados o también llamados mixtilíneos que nos permiten ver con una iluminación buena y una decoración extraordinariamente increíble. Estos arcos mixtilíneos están sustentados por unas columnas de fustes lisos con capiteles encintados o almohades y también se prolongan unas columnas más pequeñas adosadas a los arcos con fustes lisos y capitel califal cordobés ( técnica del trepanado). Los arcos tienen una decoración ataurique en las dovelas y en las molduras de los propios arcos. Estas columnas destacaban por colores como el rosa y el azul. Las columnas están hechas de materiales como el mármol jaspeado y el alabastro, que semejan un bosque de palmeras.
Detrás de los arcos podemos observar como el mirhab tiene una decoración bastante lujosa y de gran valor aunque esté un poco deteriorada por el paso de los años pero se conserva bastante bien. Vemos como tiene un doble alfiz y albanegas. Su decoración anicónica combina todo el repertorio: ataurique, lacería y caligrafía, con profusión de arquillos polilobulados en la parte superior. En la maqsura es donde se repite la fórmula triplicada y acotada mediante abanicos de arcos polilobulados.

Fue encargada a hacer por Al-Hakam II a su chabelán Chafar, el 17 de octubre del año 961.
Lo más importe a destacar en el mirhab es que esta concebido en forma de habitación por primera vez en toda la historia del arte islámico, ya que hasta entonces se reducía a una sencilla hornacina que se correspondía con el nicho de las luces que el Corán mencionaba en sus escrituras como símbolo de la presencia divina en el corazón. Por último esta capilla se encuentra situada en la zona donde esta el mirhab y la maqsura dentro de la mezquita de Córdoba  .