sábado, 6 de diciembre de 2014

Palmeral de columnas y arquerías dobladas del Oratorio de Abd al-Rahman I. Mezquita, Córdoba.

     Nos encontramos ante una obra arquitectónica perteneciente al arte califal de al-Ándalus y, en concreto, se trata del palmeral de columnas y arquerías dobladas.



     Se trata del interior de un oratorio. Posee como soportes las columnas, de sección circular, se utilizan dovelas de piedra blanca y ladrillo rojo. Se trata de arcos de medio punto en la parte superior de la columna y de arcos de herradura en la parte inferior.

     El palmeral de columnas al apearse sobre fustes oscuros dan la impresión, en la penumbra, de estar suspendidas del techo, y sus mágicas pantallas de arcos entrecruzados filtrando visualmente el mihrab, ofrecen un espacio sacro discontinuo.

     Se trata de columnas pertenecientes al Oratorio de Abd al-Rahman I, situado en la Mezquita de Córdoba.

     Los Abasíes derrotaron a los Omeyas, asesinando a todos sus príncipes menos a Abd al-Rahman I, que logra huir. Su evasión termina en Córdoba, donde establece, en 756, un emirato independiente. Dos siglos mas tarde, Abd al-Rahman III se autoproclama califa y se inicia entonces el momento estelar de al-Ándalus y su capital,Córdoba, se convierte en la más poblada de Occidente.

La mezquita de Córdoba es el monumento medieval más bello del Islam occidental. Su configuración actual es producto de cuatro ampliaciones. En el núcleo germinal se debe a Abd al-Rahman I que asentó un oratorio compuesto por doce crujías transversales cortadas por once naves longitudinales. Estas naves están formadas por aquerías dobladas para elevar la altura del edificio: la arcada inferior de herradura y la superior de medio punto. Esta primera fase fue completada por Hisam I, que dotó al patio de tres elementos: una galería para las mujeres (saqifa), un pabellón de abluciones y el alminar. Oratorio y patio dibujaban en planta un cuadrado perfecto.

La segunda etapa corresponde a Abd al-Rahman I, que rompe el muro de la qibla añadiendo ocho ocho crujías al oratorio y cerrando con saqifas los dos flancos del patio que faltaban.

El califa Abd al-Rahman III agranda la superficie del patio, donde planta olivos, cipreses y laureles, y rehace el alminar. Su hijo al-Hakam II agrega doce crujías más a la sala de la oración, siguiendo el procedimiento de retranquear el muro de la qiblas.

Chafar firmó su intervención con tres obras ejemplares: un lucernario en la actual capilla de Villaviciosa, cubierto por una cúpula nervada y acotado de arcos polilobulados, la maqsura, donde repite la fórmula anterior triplicada, y el mihrab, concebido en forma de habitación por vez primera en la historia del arte islámico.

Al-Hakam II solicitó el envío de un musivario para decorar el interior de las cúpulas de la maqsura y la fachada del mihrab.

La cuarta fase corresponde a Almanzor, y el director de las obras fue abd Allah ibn Said ibn Batrí, que ensanchó lateralmente todo el recinto con ocho naves y el mihrab quedó descentrado.
Cinco siglos después, don Alonso Manrique, ordenó "empotrar" un crucero catedralicio en las ampliaciones de al-Hakam II y de Almanzor.