miércoles, 8 de abril de 2015

Paso de la Oración en el Huerto.

Nos encontramos ante una obra escultórica, perteneciente al arte barroco, en concreto a la escuela murciana de Francisco Salzillo.



En la imagen observamos que se trata de una obra con esculturas de bulto redondo y se trata de una composición puesto que posee más de una figura, en concreto cinco.

En esta obra, Francisco combina imágenes de talla con otras de vestir. Así podemos ver que cuatro de las cinco figuras que componen esta obra son de talla y la restante, perteneciente a Jesús se trata de la de vestir. Predomina el color de los ropajes, siendo intenso y llamativo. Tres de las figuras poseen una capa color rojo bastante llamativo. Sin embargo, Jesús, posee una túnica morada, que a simple vista parece estar bordado con estampados color blanco y morado. En su cintura posee un cíngulo color oro.

Las imágenes presentan una gran naturalidad, creando a los personajes con rasgos físicos propios. También dota de gran naturalidad a la obra la presencia del árbol que se encuentra tras el ángel.

La obra Paso de la Oración en el Huerto se trata de un misterio, puesto que aparece más de una imagen, entre las cuales se encuentran la de Jesús, el ángel, y los apóstoles Pedro, Santiago y Juan. Representa el momento en el que el ángel le transmite cuales son los acontecimientos que le van a ocurrir a Jesús y le reconforta.

La obra fue creada en 1754, hecha de madera policromada. Pertenece a la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Murcia. El precio del grupo fue de 7500 reales, desglosados en las siguientes partidas: cabeza, manos y pies de Jesús, 600 reales, y las figuras de los apóstoles 1500 reales cada una, el ángel 2000 reales, y las nubes, andas y varas que completan en paso 400 reales.

Francisco Salzillo es el mejor imaginero levantino y el artista más fervoroso de todo el siglo XVIII español. Su profunda religiosidad viene avalada por el noviciado que cursa con los dominicos y la sentida devoción popular que provocan sus obras. Sus figuras suelen ser movidas y expresivas, dotadas de infinita gracia, con carnes aporcelanadas y brillantemente estofadas, que pregonan la estética rococó.

Entre sus demás obras destacan La Caída. En 1763 realiza La Cena y El Prendimiento y en 1777, Los Azotes. Se manifiesta en pasos de una sola figura y crea en 1755 La Verónica y un año más tarde el San Juan y la Dolorosa: el primero de talla completa, siendo su mejor logro, y la Dolorosa es imagen de vestir, que cifra el canon de belleza de la mujer murciana.

Por último, Don Jesualdo Riquelme le solicita un monumental belén para instalarlo durante la Navidad en el piso bajo de su casa. Salzillo modela 728 figurillas en barro, de las que 456 son personajes y el resto, animales, componiendo escenas evangélicas por las que desfilan sus vecinos murcianos.