sábado, 7 de noviembre de 2015

El Panteón de Roma

Nos encontramos ante una obra arquitectónica, perteneciente al arte romano, concretamente con el Panteón de Roma, consagrado a todos los dioses del Imperio. 
La idea germinal de este monumento a la tolerancia confesional se debe a Agripa, que lo inaguró el 27 a.C. en el Campo de Marte, pero varios incendios obligaron a Adriano a reconstruirlo de nuevo un siglo después.



El Panteón se puede dividir en dos partes principales. Por un lado, se encuentra precedido, a modo de pronaos, por un pórtico octástilo de columnas corintias y con un frontón triangular sin relieves. Por otro lado, éste pórtico deja paso, a modo de naos o cella del templo, a la gran rotonda cerrada por una cúpula acasetonada, cuya altura de 43'50 metros es idéntica al diámetro de la base. 

En el interior, se alternan espacios arquitrabados (capillas rectangulares) con otras abovedadas (capillas semicirculares). Los arcos de medio punto tienen un papel fundamental en la cubrición, pero apenas son visibles. Las cubiertas son de diversos tipos: armadura de madera en el pórtico, bóveda de cañón en el pequeño tramo de la entrada y cúpula semiesférica en el cuerpo principal, que es la más interesante. La gran cúpula que cierra el espacio circular se apoya en un tambor cilíndrico o muro que soporta todo el peso. Este tambor que descansa sobre las columnas corintias y está articulado con macizos y vanos alternados, arranca de una cornisa a la mitad de la altura total, y acaba en un óculo redondo de iluminación. Se adelgaza y aligera al elevarse por el material menos pesado utilizado. Esto hace rebajar la cúpula y darle un efecto de perspectiva.

Los materiales fundamentales son el Opus Caementicium, el hormigón, y el Opus Laetericium, el ladrillo, utilizados en los arcos y en el revestimiento. En el interior, estos materiales pobres se recubren con placas de mármol y estuco. 

En la cúspide de la cúpula, nos encontramos un orificio u óculo de 9 metros de diámetro, que servía para dar luz y para la salida de humos, incluso para la recogida del agua de lluvia. El espacio tan amplio y diáfano de la cella y la luz que penetra por el óculo es uno de los grandes logros de los espacios interiores de la arquitectura romana. 

Los elementos decorativos tienen mas interés en el interior que en el exterior. La decoración era bastante más lujosa de lo que vemos a día de hoy. Había esculturas en el frontón, los fustes de las columnas tenían colores fuertes, disminuidos ahora por el paso de años, pavimento de colores vivos y formas geométricas, etc. El muro está ornamentado con elementos arquitectónicos: columnas, entablamentos, frontones, etc, realizados en mármoles de colores. La cúpula se decora con casetones, que acentúan su forma esférica y su concavidad pues en cada círculo son de menor tamaño y resaltan el efecto de la perspectiva. En la parte superior, se ha dejado liso el casquete y el óculo se enfatiza con un anillo.

El exterior es muy simple en la decoración, que se reduce a tres cornisas en el muro de la rotonda y a la fachada clásica de orden corintio. Ello era así porque gran parte del edificio estaría tapado con los edificios colindantes, hoy desaparecidos. Además, la plaza alargada y estrecha que había frente al edificio proporcionaba una visión frontal del pórtico. Sólo la parte superior de la cúpula quedaría a la vista, y estaba recubierta por tejas de bronce dorado. Existe simetría axial gracias al pórtico que transforma la polisimetría típica de una forma circular, a la vez que marca la frontalidad del edificio. Es un espacio estático y grandioso. El pórtico de la entrada origina una dirección longitudinal hacia el ábside del fondo. 

Todos estos rasgos nos llevan al arte romano. Su forma pura y simple, basada en la esfera y el cilindro, y su complejidad constructiva tienen un carácter excepcional y permiten identificarla de forma concreta: el Panteón de Roma. Se trata de un edificio religioso, un templo dedicado a diferentes divinidades cuyas estatuas estarían colocadas en los siete nichos que se alternan en la parte inferior del muro, y se ha dispuesto una forma circular para que ninguno sobresalga respecto a los demás. 
El edificio sufrió daños por un incendio en el año 80 y una destrucción en tiempos de Trajano en al año 110, por lo que fue reconstruido. Sin duda, estamos no sólo ante el templo mejor conservado de la Antigüedad, debido a su uso constante, primero como templo pagano y, posteriormente, como cristiano, sino ante uno de los edificios más importantes del arte romano. 

Columna de Trajano




Nos encontramos frente a un relieve conmemorativo romano, concretamente ante la Columna de Trajano. Esta se encuentra en el Foro Trajano, Roma. Esta hecha de mármol y mide 29,78m de altura, lo que equivale a cien pies romanos. En su origen estaba policromada.

Columna Trajana policromada

Fue diseñada por el constructor de puentes Apolodoro de Damasco e inaugurada el 18 de mayo de 113 para perpetuar la conquista de Rumanía a los dacios.

Consta de 155 escenas con 25000 figuras y, al erguirse entre las bibliotecas griega y latina del Foro de Trajano parecía un libro más, aunque grabado en mármol.

Relata las fortificaciones de los ingenieros y las construcciones de los zapadores romanos en las orillas del Danubio, el asalto a las ciudades, el incendio de aldeas, el ajusticiamiento de prisioneros, la deportación de las tribus bárbaras y el llanto de este pueblo ante el cadáver de su jefe. Trajano aparece medio centenar de veces, rodeado por su estado mayor, aregando al ejército y ofreciendo sacrificio a los dioses.

Detalle Columna Trajana        Columna Trajana Detalle

La Columna está hueca y puede accederse a su cima por una escalera interior de caracol. El pedestal de la columna que albergó en su momento las cenizas del emperador, está decorado con diversos trofeos y una guirnalda bordea toda la cornisa. La basa es un plinto con águilas en las esquinas y sobre él se apoya un toro adornada con motivos vegetales.



Interior Columna Trajana      Pedestal Columna Trajana

El capitel sostiene una balaustrada de bronce que rodea el acrótero, un pedestal circular de menor diámetro que el fuste rematado por una cúpula semiesférica. Sobre ella se colocó a la muerte de Trajano una estatua del emperador, que fua a su vez sustituida en 1588 por la de San Pedro que se conserva hoy.

Parte superior Columna Trajana



Para finalizar, le ofrecemos aquí un video que hace un breve documental sobre esta obra de arte.

Adriano



Nos encontramos frente a una escultura exenta de bulto redondo romana, concretamente ante el busto de Adriano. Esta escultura procede de Itálica y, según García Bellido, es un retrato póstumo a su fallecimiento, en el año 138, realizado en tiempos de sus sucesores Antonino Pío o Marco Aurelio.
Está hecho con mármol, se sabe que mide 81 cm y, que se encuentra en el Museo Arqueológico de Sevilla.
Como podemos ver en la imagen anterior, Adriano, el emperador viajero y enamorado de las costumbres griegas, luce la barba en su rostro, se dice que este se dejó la barba para cubrir las cicatrices que le afeaban la cara. Esto de dejarse las barbas en hombres se puso de moda, y se mantuvo en vigor dos siglos.
También podemos observar sobre su coraza la cabeza de la Medusa Gorgona, que la llevaba ahí para que lo protegiese.
En esta obra vemos un claroscuro entre la tesura de la piel y la cabellera crespada del personaje. En este relieve, aunque ya debido al desgaste de su policromía inicial, se hizo una incisión de la pupila y el iris sustituyendo al globo ocular liso.
Aunque no conociésemos esta obra, podemos saber rápidamente que es Adriano debido a que es un retrato de medio cuerpo que representa hasta los pectorales y parte de los brazos, que era lo habitual en Adriano.
El retrato es la labor escultórica en la que se representa a un personaje, la mejor obra escultórica que representa al ciudadano romano. Los orígenes de este género artístico se remontan a la época republicana. Tiene normalmente, vinculación religiosa y con la muerte. En el caso de la obra que estamos tratando, nos encontramos una Imagines Maiorum se trata de la efigie de un difunto. Esto se vincula con la tradición de los griegos en el periodo helenístico.
Polibio describe en los año centrales del II a.C. que las familias patricias para conservar la imagen de sus difuntos le hacían mascarillas de cera, que se obtenía directamente del cadáver poco después de morir.  Estas mascarillas las van a hacer escultores griegos, en escrupulosa veracidad. También, narra el culto que se le daba a esta colección de antepasados en el ámbito doméstico y en los entierros de sus miembros mas cualificados.

Anfiteatro Flavio (72-80)




Nos encontramos frente a una escultura del arte romano, concretamente, ante el Anfiteatro Flavio, también conocido popularmente como el Coliseo; el nombre se debe al emplazamiento en sus aledaños de una estatua colosal de Nerón.
Este es el monumento más grandioso de la Roma Imperial. Sus obras se hicieron entre los años 72 y 80; las inició Vespasiano al principio de su reinado y las acabó Tito, que celebró su inauguración con cien días continuados de regocijos.

Este monumento está hecho con hormigón, piedra, ladrillo y revestimiento de mármol. Sus dimensiones son de 188x156m. Se trata de dos teatros unidos, es por lo que tiene la apariencia de un ruedo elíptico. Este tiene una capacidad de 50000 personas.
En la fachada exterior se escalonan los cuatro órdenes clásicos de la arquitectura greco-romana, los tres primeros pisos están formados por una sucesión de 80 arcos de medio punto. El cuarto o ático, está formado por un muro con pilastras adosadas y ventanas rectangulares. Los órdenes se superponen de abajo arriba: dórico, toscano, jónico y corintio. El orden toscano tenía el fuste a veces liso total o parcialmente y a veces con basta. El equino o ábado era menos fuerte y el friso más alto que el arquitrabe. El ático estaba decorado con lesenas de estilo corintio y 24 mástiles que sostenían un toldo que protegía de la lluvia y el sol.
Bajo las gradas corre un elaborado sistema de pasillos abovedados que posibilita al público acceder y desalojar fácilmente la localidad, y en la arena se hunde un foso subterráneo con jaulas de fieras, enfermería y depósito de cadáveres, que se techa con tablazón de madera.
El Coliseo posee las enormes medidas de 188 metros de radio mayor y 156 metros de radio menor, configurándose así una planta de forma elíptica, mientras que su altura alcanza los 57 metros. En su interior, y bajo las gradas, el Coliseo romano cuenta con grandes pasillos que permitían a los asistentes entrar y salir con facilidad. Además, los palcos poseían una antesala y eran usados según la posición social del espectador.
Un destacamento de marinería, enrolado en la flota, tenía la servidumbre de entoldar con velas la cavea para proteger del sol a los 50000 asistentes congregados.

El Coliseo albergó espectáculos como las venationes (peleas de animales) o los noxii (ejecuciones de prisioneros por animales), así como las munera: peleas de gladiadores. Se calcula que en estos juegos murieron unas 200 000 personas. Asimismo, se celebraban naumachiae, espectaculares batallas navales que requerían inundar la arena de agua. Es probable que fueran en los primeros años, antes de construirse los sótanos bajo la arena. El Coliseo poseía un avanzado sistema de canalización de agua que permitía llenar y vaciar rápidamente el piso inferior.
En España permanecen en pie 12 anfiteatros, sobresaliendo el de Itálica por su capacidad y perfecta visibilidad desde todos los asientos. Los provenzales de Nimes y Arlés se siguen utilizando como plaza de toros.

Por último, aquí os dejamos este breve vídeo que nos hace un pequeño resumen sobre el Anfiteatro Flavio.