lunes, 7 de diciembre de 2015

Iglesia de Santa Sofía (exterior)

Se trata de un edificio asentado sobre una cúpula central sustentado mediante pechinas, que a su vez soporta el peso mediante dos bóvedas de cuarto de esfera, cuya fuerza es manteniada a su vez por dos bóvedas de menor tamaño(ábsides), que estas junto a las anteriormente dichas, forman una estructura escalonada y soportada por cuatro enormes contrafuertes a sus extremos. Por toda la estructuras aparecen diferentes ventanas, sobre todo alrededor de la gran cúpula que permiten una gran iluminación. El edificio esta construido presumiblemente por ladrillos y los techos formados por tejas. En los cuatro extremos de esta obra arquitetónica aparecen cuatro minaretes propios de la época musulmana.Se puede observar como esta dividida por tres naves devido al enorme ábsides, donde la nave central es presumiblemente más grande que las laterales.

Referiendonos a la teoría, nos encontramos ante la Iglesia de Santa Sofía(532-537). Desde la Edad de Oro de Bizancio, esta mezquita que en un tiempo fue un templo católico, es uno de los más extraordinarios edificios dentro de la historia de la arquitectura. Desempeñó un papel importantísimo tanto arquitectónica como litúrgicamente en la confesión Ortodoxa Oriental, en el Imperio Bizantino y, más tarde, como mezquita durante el Imperio Otomano. Fue reconstruida en la época de Justiniano,  para ello el emperador recurrió a dos arquitectos de tradición griega, Antemio de Tralles como autor teórico del proyecto e Isidoro de Mileto, encargado de llevarlo a término.

Su esplendor es debido, en parte, al haber sido levantada junto al palacio del emperador Justiniano. Se concibe como la gran iglesia del emperador y contiene todos los elementos de la magnificencia cortesana a la vez que unifica todas las tradiciones arquitectónicas de la Antigüedad: la tradición oriental de la arquitectura mesopotámica, persa y siria, se funde con las tradiciones constructivas griegas, romanas y paleocristianas, además de las adiciones musulmanas. A su vez, Santa Sofía va a ejercer una gran influencia en la arquitectura posterior del Románico y del Renacimiento.
En el año 568 Isidoro el Joven fue el encargado de reconstruir la cúpula, castigada por los terremotos de los años 553 y 557 y definitivamente destruida por el año 558.

 En 1453 Constantinopla fue tomada por los turcos y la iglesia Santa Sofía convertida en mezquita. A consecuencia de ello se levantaron los minaretes exteriores, se transformó la decoración interior agregando los cuatro emblemas circulares en las esquinas de la planta, los primitivos mosaicos se vieron afectados perdiendo el esplendor original y se reorientó el templo, que alteró el eje longitudinal original de la planta ya que el ábside de la iglesia quedó relegado a segundo plano. Al principio los turcos preservaron los frescos y las figuras de mosaicos de los santos cristianos que adornaban las paredes, pero en el décimosexto siglo, éstos fueron cubiertos totalmente con yeso ya que el código islámico prohibe la representación figural.

Mustafa Kemal Atatürk, el fundador de la república laica de Turquía, convirtió en el año 1935 la iglesia Santa Sofía en museo, tras una importante restauración. El Museo Santa Sofía se encuentra en Sultanahmed, en el corazón del barrio histórico de Estambul, Turquía. El edificio, orientado hacia el este, se enfrenta con la Mezquita Azul y por una de las calles laterales con la Yerebatan Cistern. El Topkapi Palace está a unos pocos metros.


Catacumbas de San Calixto

Nos encontramos ante una estrucruta de largos pasillos, que estan flanqueados mediante una estructura que cubre todas las paredes laterales, por unos huecos rectangulares y superpuestos. Nos encontramos ante una obra que aparentemente no estaba creada para su vición, devido a su escasa iluminación y decoración(aunque no inexistente). vemos como la estructura está sustentada mediante pilares adosados a las paredes.



Pinturas en las catacumbas de San Calixto
Hablando respecto a la teoría, nos encontramos ante las catacumbas de San Calixto.Empezaron a existir hacia la mitad del siglo II y forman parte de un complejo que ocupa una extensión de 15 hectáreas, con una red de galerías de casi 20 km. en distintos pisos, y alcanzan una profundidad superior a los 20 metros. En ellas se enterró a decenas de mártires, 16 papas y muchísimos cristianos. Reciben su nombre del diácono San Calixto, designado a principios del siglo III por el Papa Ceferino como administrador del cementerio. De ese modo, las catacumbas de San Calixto se convirtieron en el cementerio oficial de la Iglesia de Roma. El cementerio subterráneo consta de distintas áreas. Las Criptas de Lucina y la zona llamada de los Papas y de Santa Cecilia son los núcleos más antiguos (siglo II). Las otras zonas reciben el nombre de San Milcíades (mitad del s. III), de San Cayo y San Eusebio (finales del s. III), Occidental (primera mitad del s. IV) y Liberiana (segunda mitad del s. IV) con muchas criptas importantes. 

Al lado está la cripta de Santa Cecilia, la popular patrona de la música. Fue sepultada donde se encuentra ahora su estatua y venerada allí al menos durante cinco siglos.La estatua es copia de la célebre obra de Maderno.La cripta estaba toda ella decorada con frescos y mosaicos (comienzos del s. IX). En el muro próximo a la estatua hay una imagen de Santa Cecilia, en actitud orante; más abajo, en un pequeño nicho, se ve la figura del Salvador, que tiene en una mano el Evangelio; junto a él está pintado el papa mártir San Urbano. 

Pasando por imponentes galerías llenas de lóculos, llegamos a cinco pequeñas habitaciones, verdaderas tumbas de familia, llamadas cubículos de los Sacramentos, que son importantes especialmente por sus frescos. Se pueden datar en los comienzos del s. III y representan simbólicamente los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía. En ellos se encuentra el profeta Jonás, símbolo de la resurrección.

Pintura de la cripta de Lucina: Figura del Buen Pastor