lunes, 25 de enero de 2016

Pórtico de la Gloria



La obra que a continuación vamos a comentar se trata de la portada oeste de la Catedral de Santiago de Compostela, conocida como el Pórtico de la Gloria, realizado entre 1168 y 1188 por el maestro Mateo. Nos encontramos, por tanto, ante una obra arquitectónica, es la portada de entrada a la catedral, y escultórica, pues toda ella se encuentra recubierta de esculturas que obedecen a un programa iconográfico complejo.

El conjunto escultórico fue obra de taller aunque bajo la supervisión del maestro Mateo. La desigualdad en las imágenes ha llevado a la conclusión de que existiera dicho taller. Aún así, el conjunto es, sin duda, uno de los de mayor calidad, no sólo del románico español, sino del europeo y llama poderosamente la atención la vida que se desprende de cada una de las figuras que rompen con el hieratismo e inexpresividad tan característicos del estilo románico. Se ha señalado la influencia de la escultura francesa en esta obra, aunque los cierto es que las proporciones, el movimiento, la expresión sonriente de los rostros, los ropajes que marcan la anatomía que cubren más que esconderla, así como muchos otros detalles, nos anuncian un cambio, no solo en la escultura,que avanza hacia el naturalismo que será característico en el gótico, sino una nueva sensibilidad religiosa, más amable y próxima al ser humano. Los ancianos de la arquivolta así como los profetas y apóstoles de las jambas se giran y se comunican entre ellos. también podemos observar como aun quedan restos de policromía en las esculturas.


La decoración de este pórtico, como es normal en el románico, va más allá de la función decorativa, teniendo otra función mucho más importante, didáctica dirigida hacia una población mayoritariamente analfabeta sobre los misterios de la Salvación. 

El Maestro Mateo quiso plasmar en  el pórtico de la Gloria  la historia de la Salvación de la Humanidad. Así, la puerta situada a nuestra izquierda nos representa la entrada al limbo, esto es, el estado de las almas de los difuntos que vivieron antes de la llegada de Cristo, mientras que el pórtico central estaría dedicado a la misión salvadora de Cristo, visible en las heridas  e instrumentos de la Pasión, transmitida a través de los evangelistas, mientras que al fondo podemos contemplar las almas de los que ya se encuentran en presencia de Dios. Por último, la entrada de nuestra derecha simbolizaría la entrada al purgatorio, esto es, el paso intermedio en el que las almas deben pulgar sus culpas antes de ir a gozar de la presencia de Dios. Por otro lado, en las jambas situadas a la izquierda del parteluz central, el ocupado por Santiago, aparecen representados distintos profetas que simbolizan la Iglesia anterior a la llegada de Cristo, mientras que los situados a la derecha de Santiago ya representan a los apóstoles que anuncian la Iglesia nueva resultado de la misión salvadora de Cristo. No hay que olvidar la decoración minuciosa de los capiteles y basas con representación de seres fantásticos en lucha con hombres y las basas que muestran el difícil camino seguido por el Hombre con sus caídas, como las herejías, en el pórtico de la izquierda, o los pecados capitales, en el de la derecha, aunque con el mensaje positivo del Hombre nuevo que surge de la Salvación, justo en la base del pilar central y la victoria del Hombre en el extremo derecho, donde aparece representada la Iglesia nueva.