sábado, 6 de febrero de 2016

Frescos de la Basílica de Asís.

Nos encontramos ante las obras pictóricas, pertenecientes al arte gótico, del famoso pintor florentino Giotto (Colle di Vespignano, 1267 – Florencia, 1337), que plasmó en la Basílica de Asís.  Giotto rompió con la 'manera griega' y abrió las puertas de la 'manera latina': un lenguaje pictórico moderno, en el que triunfa el volumen plástico, la realidad del paisaje y la gravedad humana.  

Sus composiciones son emotivas, frescas, llenas de vida e irradian un espíritu humano intemporal. No tenía conocimientos técnicos avanzados de anatomía o perspectiva, pero destacó por su realismo en su tiempo y sus pinturas eran consideradas "milagros del naturalismo" por sus contemporáneos. Fue el iniciador del espacio tridimensional en la pintura europea y contribuyó a la creación del Renacimiento Italiano al pintar figuras modeladas y humanistas en perspectiva.
Su importancia en la historia del arte es tremenda. No solo por sus innovaciones en el ámbito de la pintura, sino porque consiguió alcanzar un estatus de reconocimiento social excepcional para un artesano.

Estas novedades comienzan a materializarse en las Historias franciscanas de la Basílica de Asís: una serie de veintiocho frescos que pinta en 1298 sobre la vida de Poverello, Santo de los Pobres, según aparecía narrada en los textos oficiales de la orden. En cada panel del ciclo las figuras se destacan con colores y formas macizas. En los fondos, el paisaje se dilata; en algunas escenas incorpora animales y en otras aparece la arquitectura con edificios cortados a propósito, para que el devoto compruebe la acción que se desarrolla en su interior. 

Aquí os presento los frescos más importantes:
La Visitación.


La Natividad.


La Adoración de los Reyes Magos.


La Presentación en el Templo.


La Matanza de los Inocentes.


El Viaje a Egipto.


El Regreso a Jerusalén.


Cristo hablando con los doctores con un logrado estudio de la perspectiva lineal.



La Crucifixión. Es una de las representaciones más primitivas de Giotto, ya muestra el mismo gusto que mantendrá el resto de su vida a la hora de representar este tema. Cristo con el paño de pureza hasta las rodillas pero transparente, lo que aprovecha para realizar un esbozo de estudio anatómico.


Milagros de San Francisco: La muerte y La Resurección del niño Sessa.



Francisco entrega su manto a un pobre. La escena está enmarcada entre dos altas montañas sobre las que se representan dos mundos, dos formas de vida: una ciudad y un monasterio, a sus pies Francisco entrega su capa a un pobre, parece haber decidido ya a qué mundo pertenece.


Renuncia de los bienes del Mundo. Ante el enfrentamiento con su padre por su decisión de dedicarse plenamente a Dios y acusado de esquilmar los bienes familiares, Francisco no tiene reparos en desnudarse delante de todos en la plaza de Asís y entregar sus ropas a su padre en un gesto de renuncia de todos los bienes materiales. El obispo de Asís cubre con su túnica la desnudez del santo. De nuevo dos ambientes enfrentados: la vida en el mundo y la vida en Dios.


Visión del Carro de Fuego. Mientras unos hermanos duermen en el interior de una iglesia, otros en el exterior son testigos de una visión única que presenta a San Francisco volando en un carro de fuego. Se presenta así a Francisco como el nuevo líder de la cristiandad.


Exorcismo en Arezzo. Durante la guerra civil en Arezzo, San Francisco vio gran cantidad de demonios sobre la ciudad y llama al hermano Silvestre para que los expulse con un exorcismo, éste aparece levantando sus manos y ordenando a los demonios que abandonen la ciudad. La pintura muestra en los laterales dos construcciones monumentales, a la derecha la ciudad rodeada por una gran muralla y a la izquierda una gran iglesia. Una gran grieta en la tierra separa los dos ambientes, por un lado la paz y la fe y por el otro la guerra y el pecado. Por las puertas de la ciudad asoman ciudadanos que observan la escena.


Milagro de la Primavera. Se trata de uno de los frescos que resultó más dañado en el terremoto de 1997. Aparece Francisco orando por agua ya que el hombre que le prestó la mula está muerto de sed, por eso aparece en el suelo luchando por el agua que milagrosamente empieza a surgir de la roca, mientras otros dos franciscanos departen ajenos a la escena. Destaca el detallismo con el que Giotto ha realizado el asno.


San Francisco predicando a los pájaros. Las aves atienden las palabras del santo que luego las bendice y es solo entonces cuando echan a volar. Otro fraile asiste impresionado a la escena. Encontramos mayor detallismo en la realización de los paisajes que en otras pinturas de Giotto.


Muerte y Ascensión de San Francisco. Viendo cercana su muerte, Sen Francisco se trasladó a una pequeña iglesia para morir rodeado de sus hermanos. En la misma representación, Giotto introduce el ascenso de su alma al cielo y la celebración de sus exequias. Para ello establece tres diferentes niveles, el más bajo con la muerte, el segundo con la celebración de exequias y el tercero refleja el Reino Celestial recibiendo el alma del santo, siendo la imagen del santo mostrando los estigmas dentro de una orla la que preside el conjunto.

Ayuntamiento de Bruselas

Nos encontramos con una obra arquitectónica, perteneciente al arte gótico, concretamente con el Ayuntamiento de Bruselas, Bélgica. Fue construido en varias fases, la parte más antigua fue supervisada por el arquitecto Jacob van Thienen. En 1444 se inició una ampliación, que incorporó una segunda ala diseñada por el arquitecto Guillaume de Voghel, que en 1452 también construyó el Aula Magna. En 1499 Carlos el Atrevido puso la piedra fundamental del octógono de la torre, ideado por Jan van Ruysbroek, el arquitecto de la corte de Felipe el Bueno, siendo acabado en 1455.


El Ayuntamiento de Bruselas se encuadra dentro de la arquitectura civil del siglo xv. Durante este siglo los Países Bajos gozaron de una fuerte prosperidad económica que explica la suntuosidad de sus edificios civiles, tanto ayuntamientos como lonjas comerciales y viviendas.

Este edificio consta de tres plantas, la inferior es de carácter porticado, mientras que en las otras dos se abren alargados ventanales. El tejado es a dos aguas. La fachada está repleta de filas de estatuas, destacándose también su tracería.
La parte baja de la torre está rematada por cuatro torrecillas libres, situándose en su parte superior tres pisos transparentes, siendo rematada la parte superior con una aguja calada de tracería, al igual que las iglesias alemanas. Finalmente, en su extremo se sitúa una estatua dorada representando al patrón de la ciudad el arcángel Miguel matando a un dragón.

Los ayuntamientos se situaban en el centro de la ciudad. La necesidad de representación política precisaba la construcción de altas torres, así las atalayas (torres de ayuntamiento e iglesias), tenían las mismas funciones, se utilizaban para avisar a la ciudadanía en caso de peligro, y sus semejanzas cada vez fueron mayores. Los ayuntamientos más destacables en la arquitectura del siglo xv en los Países Bajos, a parte del de Bruselas, son los de Brujas, levantado por el conde de Flandes, Louis de Mâle, con una importante fachada que da a la fachada pública, y el de Lovaina, que ofrece un aspecto más decorativo.

Desde el siglo XIII los Países Bajos experimentan un crecimiento económico importante debido a la producción de lana y paños, junto con una incipiente industrialización y capitalismo, por ello las clases burguesas buscan reafirmar su poder político y autogobierno mediante una arquitectura grandiosa, característica del gótico, máximo exponente de una forma de propaganda y un elemento de poder.
A los ayuntamientos, hay que añadir las lonjas de paños (Hallen), hospitales y otras instituciones caritativas. Estas construcciones desde un punto de vista formal no presentan diferencias sustanciales respecto a la religiosa. Las nuevas oligarquías urbanas buscan cambiar la imagen de la ciudad con esta nueva arquitectura civil, dejando de ser la catedral el símbolo arquitectónico de la ciudad.

Notre Dame de Reims

Nos encontramos ante una obra arquitectónica, perteneciente al arte gótico, concretamente con la Catedral de Notre Dame, situada en Reims, Francia. En el espléndido catálogo de catedrales europeas, Reims representa el ideal arquitectónico de la armonía gótica y el símbolo de la realeza francesa, al tenerse que coronar obligatoriamente a los monarcas en su recinto.


La fachada de la Catedral de Reims se encuentra dividida por tres puertas de arcos apuntados abocinadas. Los tímpanos están ocupados por vidrieras mientras que la decoración escultórica ha pasado a ocupar la parte superior, sobre las portadas y enmarcadas por gabletes. Esta decoración es peculiar de Reims y es uno de los elementos que nos permiten su identificación. Sobre la portada se abre un gran rosetón en el centro, así como ventanas con tracerías góticas en ambos flancos. Ésta se remata con un friso formado por esculturas de reyes y a los lados dos torres de sección cuadrada que destacan por su fina decoración a base de tracería gótica que hacen de las torres un de juegos de vanos y muros que crean un efecto de gran ligereza.

El lateral del edificio lo vemos recorrido por los contrafuertes exteriores y los arbotantes, uno de los grandes prodigios del gótico, que recogen los empujes laterales de las bóvedas interiores permitiendo la apertura de grandes vidrieras que iluminen el interior. Así mismo podemos ver la nave del crucero, de mayor altura que las laterales que nos indica que nos encontramos ante una planta de cruz latina.



La catedral de Reims, es junto con la de Chartres y Amiens, los tres ejemplos por excelencia de la arquitectura gótica francesa. Este edificio muestra las características del nuevo estilo, la búsqueda de la altura y la ligereza del edificio, visible por la gran cantidad de ventanas y vanos que predominan sobre el muro en contraposición al estilo románico de épocas anteriores. 
Esta nueva concepción arquitectónica se debe fundamentalmente a los avances que se logran en los sistemas de cargas de manera que arbotantes y contrafuertes recogen el peso de las bóvedas del exterior liberando al muro de la función de carga y haciendo posible la apertura de grandes ventanas y rosetones que inundan el interior del templo de luz que, fragmentada en colores a través de las vidrieras, parecen anticipar al cristiano una visión terrenal de la Jerusalén celestial. 
Está decorada con esculturas, éstas también muestran un cambio en la sensibilidad religiosa, de manera que el naturalismo irá ganando terreno, las esculturas irán liberándose de su marco arquitectónico y comenzarán a expresar sentimientos que, como el ángel de la Anunciación de la jamba de la portada central, sonríe en una expresión amable que poco o nada tiene que ver con la escultura románica.


La construcción del edificio puede rastrearse con facilidad, gracias a que los diferentes maestros que se sucedieron en la dirección de las obras, grabaron su nombre en el laberinto que adorna el pavimento de la nave central y tuvieron la precaución de constatar su labor en tan formidable fábrica.

Los planos se deben a Jean de Orbais, quien proyectó una descomunal cabecera, que ocupa la mitad del templo. Le sustituyó Jean le Loup, que edificó el atrofiado transepto e inició las naves, inagurándose el monumento en 1241. Posteriormente en 1244, Gaucher de Reims prolongó las crujías y decoró las tres puertas de los pies. Por último, en 1255, Bernard de Soisson timmbró la fachada con un rosetón calado de trazado nervioso. El ascendente espacio interior de Reims, bañado de claridad, resultó un alarde técnico y un prodigio místico de la época.

El gótico, del que la Catedral de Reims es uno de sus primeros y más bellos ejemplos, sembrará las ciudades europeas de hermosas catedrales, templos y edificios en los que la búsqueda de la luz y la elevación de sus elementos arquitectónicos serán los elementos más reconocibles.

La Virgen del Canciller Rolin

Nos encontramos ante un cuadro de grandes características. Como se puede observar se trata de un retrato profano(devido a que el retratado se encuentra a la misma altura que la Virgen.) donde aparecen cuatro personajes: el retratado, con las manos en forma de oracion y un libro em su regazo, la Virgen siendo coronada por un ángel(tercer personaje) y cogiendo al Niño Jesús(cuarto personaje) con las manos en forma de bendición. Además, podemos observar como el autor utiliza la geometría en los azulejos para representar una perpestiva, al igual que el río y jardín(donde ademas se encuentran dos personajes segundario) que se encuentra al fondo de la imagen. Otro detalle importante, es la realización de la arquitectura, donde representa arcos de medio punto sobre columnas de orden corintio. Por último, hay que reseñar el color utilizado en el ropaje, como el rojo pasión de la Virgen, o el decorado en el retratado.

Aplicando la teoría, conocemos que esta obra se trata de La Virgen del Canciller Rolin(1435) realizada por Juan van Eyck(1390-1441), de la escuela pictórica de los Primitivos Flamencos, en óleo sobre tabla(66 x 62cm) y ,que actualmente, se encuentra en el Louvre, París(Francia).

Historia: La pintura fue encargada por Nicolás Rolin, canciller de Felipe el Bueno, un importante funcionario de la corte de Borgoña.Van Eyck no sólo plasmó su apariencia física, sino también su temperamento. Se trataba de un político muy arrogante, lo que explica, por ejemplo, que se atreva a mirar de frente a frente a la Virgen y que tenga el mismo tamaño que ella.Hasta entonces, los cuadros con donante se caracterizaban por ser el comitente de menor tamaño que las figuras sagradas de la Virgen o Jesús y, en segundo lugar, por la presencia de un santo, generalmente el del nombre del donante, que hiciera de intermediario ante la Virgen. A ello se une la ostentación de lujo que describe la posición social del donante.

Caracteísticas de la Obra: Es una obra pintada al óleo sobre tabla. El óleo es una técnica basada en la disolución de pigmentos en aceites que fue perfeccionada por los hermanos Van Eyck. Permite un mejor tratamiento de la perspectiva, del aire y de la luz; al ser más consistente, los objetos se pueden representar con mayor exactitud; y seca más despacio por lo que se puede trabajar con mucho sosiego.Esta obra se concibió para verla de cerca ya que debía colgarse en una capilla privada del canciller en la catedral de Autun; por eso, los detalles se plasman con una exactitud microscópica, sólo posible gracias al empleo del óleo y de plumillas especiales.El paisaje urbano que se aprecia a través del ventanal, posiblemente sea Lieja, hace una referencia gráfica a las dos ciudades de San Agustín: la Ciudad Terrenal, a nuestra izquierda, y la Ciudad Celestial, a nuestra derecha, es decir, la Ciudad de Dios.El puente, en cambio, alude al puente de Montereau donde fue asesinado Juan Sin Miedo, y que entró en el acuerdo de paz (Tratado de Arras) que el canciller Rolin logró entre Borgoña y Francia. Más cerca, bajo la ventana, el huerto, desde donde dos personajes miran el panorama, es un edén simbólico, alegoría del Paraíso Terrenal. Todos estos símbolos sociales y religiosos se vinculan a la presencia de la Virgen y del Niño, ya que en el jardín aparecen pavos reales (que es una de las señales de Cristo) y azucenas (que son la divisa de la Virgen).Se presta gran atención a la corona de oro que un ángel sostiene sobre la cabeza de la Virgen, con una filigrana de oro y piedras preciosas.En los capiteles de las columnas se pueden apreciar distintas escenas religiosas, como Adán y Eva, Caín y Abel o la embriaguez de Noé.

Marimonio Arnolfini(1434)
Juan van Eyck: fue un pintor flamenco que trabajó en Brujas. Está considerado uno de los mejores pintores del Norte de Europa del siglo XV y el más célebre de los Primitivos Flamencos.Los hermanos Van Eyck estuvieron entre los primeros pintores flamencos que lo usaron para pinturas sobre tabla muy detalladas. Fueron ellos quienes lograron nuevos y destacados efectos a través del uso de veladuras, la técnica de pintar con capas de pintura húmeda sobre capas previas de pintura todavía húmeda y otras técnicas. Jan van Eyck aumentó la proporción de aceite transparente en la mezcla, lo que le permitía superponer varias veladuras, de manera que lograba mayor luminosidad y colores intensos. Esta habilidad con el óleo le permitía reflejar de una manera naturalista la realidad. Además, era minucioso y sus obras, generalmente de pequeño tamaño, tienen una extraordinario detalle propio del mundo de la miniatura.Pero, aunque esta minuciosidad recuerde tanto a la iluminación, hay rasgos que hacen ver en él claramente anticipo del Renacimiento. Este periodo del arte flamenco se caracteriza por el naturalismo de vívidos colores al óleo, la meticulosidad de los detalles, la precisión de las texturas y la búsqueda de nuevos sistemas de representación del espacio tridimensional (véase Perspectiva). Las figuras humanas se enmarcan en un espacio naturalista. En lo que atiene a la búsqueda de los efectos tridimensionales Van Eyck no recurre tanto a la perspectiva con un punto de fuga, sino que logra dar cierta impresión de tridimensionalidad mediante la técnica de las veladuras. Estas son algunas de sus obras principales:

Virgen del Canónigo Van der Paele(1436)

Políctico de Gante(1432)